Golpes financieros y cientos de arrestos en el primer semestre del año merman a la organización del “Mencho”
“Abrazos, no balazos” fue la frase que causó polémica. El presidente Andrés Manuel López Obrador, desde su campaña, anunció que la estrategia contra el narco y el crimen organizado estaría basada en la promoción de empleos y programas sociales.
El panorama parecía apuntar a que ya no se utilizaría a las Fuerzas Armadas para combatir la violencia. Sin embargo, casi dos años después, los planes cambiaron.
Desde antes de la pandemia ha estado ocurriendo una “guerra silenciosa” contra el narco, particularmente contra el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Las detenciones a miembros de esta organización aumentaron 200% en el primer semestre del año, de acuerdo conel conteo de Eduardo Guerrero Gutiérrez, socio de Lantia Consultores, publicado en un artículo de Alberto Nájar publicado en Pie de Página.
Y al parecer no se trata solo de criminales de bajo perfil, sino de sicarios, vendedores de droga, y algunos líderes de la organización conocidos como “jefes de plaza”. Las cifras del año pasado lo comprueban, pues se capturaba en promedio a 10 miembros del CJNG cada mes. Este año se capturan a 30 en promedio en el mismo período. En el municipio de Aguililla, Michoacán fue detenida una célula delictiva supuestamente al mando del «R2» o «Doble R» (Foto: Twitter/SEDENAmx)
Posiblemente la ofensiva contra los de Jalisco se inició después de que el presidente Donald Trump pidió a López Obrador que intensificara los operativos contra el cártel. En junio la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) congeló más de 2,000 cuentas bancarias a personas y empresas vinculadas al cartel.
La respuesta del CJNG ante tales ofensivas fue la repartición de despensas en las zonas de Salinas de Hidalgo, Villa de Arriaga, Villa de Reyes, Santa María del Río, Tierra Nueva, Rioverde, Villa de Zaragoza y Soledad de Graciano Sánchez. También presta dinero con intereses bajos a campesinos, comerciantes y pequeños empresarios afectados por la cuarentena.
Pero no todas las respuestas han sido pacíficas. Un ejemplo fue el asesinato del juez Uriel Villegas Ortíz y de su esposa, ocurridos el 16 de junio en Colima. La víctima había autorizado el cambio de prisión de Nemesio Oseguera González, “El Menchito”. El traslado fue a una cárcel de Jalisco, y fue el paso previo para la extradición a Estados Unidos del hijo mayor de “El Mencho”.
Otro ejemplo fue el atentado contra el secretario de Seguridad de la capital del país, Omar García Harfuch, en junio pasado. Semanas después del ataque se difundió que el CJNG tenía una lista de altos funcionarios a quienes considera sus enemigos. Entre ellos se encuentran los secretarios de Seguridad, Alfonso Durazo, y de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard. Cuartoscuro
Desde la formación del CJNG en 2011, “El Mencho” pronto logró expandirse en casi todo México y tiene presencia internacional en Estados Unidos, Colombia y, sin confirmar, en Canadá, Argentina, Holanda, Ghana, Nigeria, Marruecos, Rusia, China, Corea del Sur, Alemania, Perú, Centroamérica, Bolivia, Malasia, Indonesia, Vietnam, Polonia, Australia y Camboya, con lo que habría superado en 2018 al Cártel de Sinaloa
Oseguera Cervantes supuestamente se esconde en las montañas de Jalisco y de acuerdo a la prensa local, padece insuficiencia renal, un mal que lo mantiene con diálisis y atado a una cama, por lo que la organización sería dirigida por sus lugartenientes.
Su presunto padecimiento lo ubica como persona vulnerable ante la pandemia de coronavirus.
En febrero de 2020, los gobiernos de México y de EEUU dieron un golpe al criminal cuando el hijo del “Mencho”, Rubén Oseguera González ,»El Menchito», fue extraditado, y su hija, Jessica Johanna Oseguera González, fue detenida mientras acudía a una de las audiencias de su hermano.