El presidente Donald Trump destacó a la nueva jueza de la Corte Suprema de Estados Unidos, Amy Coney Barret, como una de las académidas legales más brillantes del país.
Durante una breve ceremonia en honor de su nombramiento Trump dijo:
«Este es un día trascendental para Estados Unidos, para la Constitución de Estados Unidos y para el estado de derecho justo e imparcial».
Afirmó que «es una de las académicas legales más brillantes de nuestra nación, y será una magistrada sobresaliente en el tribunal más alto de nuestra tierra».
Barret, al aceptar la nominación, afirmó que “la Corte Suprema es una institución que nos pertenece a todos” y “nunca me imaginé verme en esta posición, pero ahora que estoy aquí, asumo este rol con humildad y coraje”.
Con 48 años de edad entra a la lista de integrantes más jóvenes de toda la historia de la Corte Suprema estadounidense. De hecho de las mujeres ella es la de menor edad.
Ahora ocupará el cargo de manera vitalicia, para suplir a la fallecida Ruth Bader Ginsburg.
Como lo marca el proceso, la jurista afrontó audiencias ante el Senado donde incluso llegó a recibir ataques o críticas sobre su labor, pero también sobre su familia o de índole religioso y personal.